Por medio del Bautismo en el Nombre
de Jesús, somos:
1. Limpiados de Nuestros Pecados
Hechos 2:38 dice, “…Arrepentíos, y bautícese cada uno
de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Podemos obtener
perdón por nuestros pecados a través de la expiación de
Jesús, pero a nosotros nos corresponde demostrar fe en Dios y
obedecer al seguir la fórmula dada en Hechos 2:38—arrepiéntanse
y sean bautizados en el nombre de Jesucristo. Cuando
eres bautizado, Dios borra todo indicio de pecado de tu vida.
El bautismo, junto con un arrepentimiento genuino, cancela
el irrefutable castigo del
pecado. Eres libre de condenación
y los cargos en
tu contra son retirados.
Hechos 22:16 dice: “Ahora,
pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate,
y lava tus pecados, invocando
su nombre.”
El fundamento de El Bautismo en Agua
Asamblea Apostólica de la fe en Cristo Jesús 31
2. Cubiertos con la Sangre de Jesús
El agua en la que eres bautizado en si no tiene ningún
poder de salvación. No es mágica y solo tiene valor cuando
está acompañada de fe genuina y de arrepentimiento. Dios
instituyó el bautismo, y es tu obediencia la que permite que
la sangre de Jesús quite las manchas del pecado que hay
en tu vida. Jesús dijo: “Porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados” (Mateo 26:28). A través del arrepentimiento y del
bautismo en agua, podemos ser cubiertos con la preciosa
sangre de Jesús.
3. Adoptados en la Familia de Dios
Juan 3:5 dice, “…el que no naciere de agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios.” Cuando eres
bautizado en el Nombre de Jesús, naces de nuevo pero ahora
a la familia de Dios. Esto es parte del proceso del nuevo
nacimiento al que Jesús se refiere en Juan 3:5—el cual
significa nacer de agua y del Espíritu. El reino de Dios es
un sinónimo de la familia de Dios. No hay otro método, incluyendo
la oración de un pecador y la confesión pública,
que pueda producir este nuevo nacimiento tan esencial. Recuerda,
para que el nuevo nacimiento sea completo y para
poder formar parte de la familia de Dios, necesitas tanto el
bautismo de agua como el del Espíritu.
No son dos experiencias separadas, sino una sola compuesta
por dos partes. Si ya fuiste bautizado en agua pero no
has recibido el bautismo del Espíritu Santo (o viceversa), tu
nuevo nacimiento aún no esta completo.
32
4. Revestidos de Cristo
Gálatas 3:27 dice: “Porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” A través del
bautismo en agua en el Nombre de Jesús, somos revestidos
de Cristo. Esto no significa que Dios te va a comprar un nuevo
guardarropa, sino que va a hacer una transformación espiritual
en ti—un cambio de identidad. Es por eso que el Nombre de Jesús
es invocado al momento del bautismo. Literalmente estas
adoptando su Nombre e identificándote con Él. El Nombre de
Jesús encierra todo el poder y la autoridad de Dios. 2 Corintios
5:17 dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.” Una vez que eres bautizado, Dios ya no ve un alma
depravada, sino un hijo o una hija que ahora forma parte de su
familia.
Respuestas a Tres Preguntas Comunes:
Una cosa es creer estas verdades y otra muy diferente
guardarlas. Vamos a contestar varias preguntas con respecto al
bautismo en el Nombre de Jesús como parte de la salvación.
Ojalá que te sirvan para que te sientas más seguro y mejor preparado
para defender tu fe.
1. ¿De verdad importa el bautismo? Algunas personas
cuestionan el propósito principal del bautismo incluyendo
la inmersión en agua y la invocación del Nombre de Jesús. El
bautismo es un mandamiento bíblico, no una opción o algo a
lo que se le puede hacer modificaciones o darle una interpretación
moderna. Jesús ordenó a sus discípulos que fueran por
todo el mundo a predicar el evangelio, a hacer mas discípulos y
a bautizarlos (Mateo 28:29).
El fundamento de El Bautismo en Agua
Asamblea Apostólica de la fe en Cristo Jesús 33
2. ¿Que no dijo Jesús que los bautizaran en el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? La doctrina trinitaria
usualmente usa Mateo 28:19 como base para señalar que
el bautismo debe ser en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Sin embargo, Mateo 28:19 describe solamente un
“nombre” el cual es singular, no dice “nombres” en plural. El Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo son tres títulos que describen el
Nombre de Jesucristo. Hechos 4:12 dice: “Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.”
3. ¿No es suficiente con la confesión pública de fe o la
oración de un pecador? La doctrina trinitaria por lo general se
basa en escrituras como Romanos 10:8-10 y 10:13 para alegar
que confesar que Jesús es el Señor y aceptarlo en tu corazón,
es suficiente para recibir salvación. Para empezar, la carta de
Pablo a los romanos iba dirigida a los cristianos. El no necesitaba
recalcar la formula para nacer de nuevo porque ellos ya
lo habían experimentado. Pablo simplemente quería recordarles
lo accesible que es la salvación. En segundo lugar, “confesar
con tu boca que Jesús es el Señor” (Romanos 10:9) se refiere a
confesar honestamente y de forma oral que Jesús es el Señor.
Para que esto sea válido, debemos seguir a Jesús, rendirnos a su
señorío y obedecer sus mandamientos. La verdadera profesión
de fe se hace cuando invocamos el Nombre de Jesús al momento
de ser bautizados en agua
(Hechos 22:16) y cuando hablamos
en lenguas por medio
del bautismo del Espíritu (Hechos
2:4). La confesión oral es
un paso hacia la salvación que
debe ser respaldado con fe y
obediencia.
34
Reflexiones Finales:
Para dejar las cosas bien claras, una persona no tiene el
poder o la habilidad de salvarse a sí misma. Efesios 2:8-9 dice:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe—y esto no
de vosotros, pues es don de Dios— no por obras, para que
nadie se gloríe.” No importa que tan bueno o buena seas, la
salvación no se gana con bondad. La salvación es un regalo de
la inexplicable gracia de Dios—la cual llegó a nosotros por medio
de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Jesús
es mucho más grande que cualquier pecado y sopla aliento de
vida a nuestras almas. La salvación es la ruta para escapar de
la depravación del pecado y revela la increíble gracia de Dios
hacia todo pecador que se arrepiente. El agua del bautisterio
no puede salvar a nadie, pero el Nombre que es invocado sobre
ti cuando eres bautizado—Jesucristo—tiene todo el poder y la
autoridad para rescatarte del sufrimiento eterno.
Comentarios
Publicar un comentario